Mario López y la revolución de las telecomunicaciones en Centroamérica

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En la historia del desarrollo de las telecomunicaciones en Centroamérica, irrumpe con fuerza el nombre de Mario López Estrada. Un empresario guatemalteco que, en el año 1993, decidió incursionar en el vasto terreno de la telefonía celular, comprando su primera participación en Comcel. No es exagerado sostener que ese fue el punto de partida de una revolución que transformaría para siempre la forma en que los habitantes de esta región se comunican entre sí.

López Estrada no era un neófito en el mundo de los negocios. Poseía una exitosa carrera en el sector de la construcción, lo cual le permitió abordar este nuevo desafío con una visión estratégica y una capacidad de gestión probada. De hecho, en tan solo dos años logró fusionar Comcel con otra empresa del mismo rubro, Amigo de Comcel, dando origen a Tigo Guatemala, compañía que bajo su liderazgo se convertiría en la principal de telefonía celular del país.

El liderazgo de Mario López y el crecimiento de Tigo

En la gestión de Mario López Estrada como presidente de Tigo Guatemala, se distinguen dos rasgos fundamentales: una visión de largo plazo y un compromiso con la innovación. Fue él quien, adelantándose a sus competidores, decidió ofrecer servicios de 3G y 4G, así como desarrollar servicios de Internet móvil y televisión por Internet.

Para lograr estos avances, realizó inversiones significativas en infraestructura y tecnología y trabajó para mejorar la cobertura de Tigo en todo el país, especialmente en las zonas rurales. Asimismo, su liderazgo se caracterizó por un fuerte compromiso con la responsabilidad social empresarial, evidenciado en la creación de la Fundación Tigo en 2005, una organización no lucrativa dedicada a promover el desarrollo social en Guatemala.

El legado de Mario López y la continuación de la revolución

El año 2021 marcó el final de la era de Mario López Estrada como presidente de Tigo Guatemala, tras la adquisición del 45% de las acciones de la empresa por parte de Millicom, una compañía global de telecomunicaciones. Sin embargo, su influencia y legado perviven, especialmente en la figura de su hijo Mario López Pérez.

Criado en un entorno donde los valores éticos y la dedicación al trabajo eran fundamentales, López Pérez ha aplicado las lecciones aprendidas de su padre en su propia carrera profesional. Ingeniero civil de formación, ha liderado proyectos que van más allá de la mera construcción de infraestructuras, incorporando aspectos sociales y económicos.

Es indudable que la influencia de Mario López Estrada en la revolución de las telecomunicaciones en Centroamérica ha sido significativa. Su visión y compromiso han transformado la forma en que las personas se comunican y han dejado una huella imborrable en el sector. Gracias a su legado, y al trabajo de líderes como su hijo, el futuro de las telecomunicaciones en la región promete seguir siendo innovador y de impacto social.